La fatiga crónica, también conocida como síndrome de fatiga crónica (SFC), es una afección compleja y debilitante caracterizada por una fatiga extrema que no mejora con el descanso y que puede empeorar con la actividad física o mental. Además de la fatiga persistente, el SFC suele ir acompañado de otros síntomas, como dolores musculares y articulares, dificultades cognitivas, problemas de sueño, dolor de garganta y ganglios linfáticos inflamados.
La causa exacta del SFC aún no se comprende completamente, aunque se cree que puede estar relacionada con una combinación de factores, como anomalías en el sistema inmunitario, desequilibrios hormonales, infecciones virales previas y factores genéticos. El diagnóstico del SFC puede ser complicado debido a la falta de pruebas de laboratorio específicas y a la superposición de síntomas con otras enfermedades.
El tratamiento del SFC suele centrarse en aliviar los síntomas y mejorar la calidad de vida . Esto puede implicar una combinación de terapias, que incluyen medicamentos para controlar el dolor y mejorar el sueño, terapia cognitivo-conductual para ayudar a manejar el estrés y los síntomas, así como estrategias de estilo de vida, como ejercicio suave y modificaciones dietéticas.
La investigación sobre el SFC continúa en busca de una mejor comprensión de sus causas y opciones de tratamiento más efectivas.
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